Los láseres pueden clasificarse de dos maneras. Una de ellas es el láser de onda continua, que suministra continuamente una gran cantidad de energía. Además, el corte puede ser exitoso ya que el vidrio se calienta hasta el punto de vaporización. La otra es el láser pulsado, que desempeña un papel en la compresión de la energía para cortar la pieza. La compresión también ayuda a conseguir una mayor temperatura y densidad de energía. De este modo, se consigue un corte de mayor calidad y una menor deformación. Sin embargo, los láseres pulsados pueden ser más costosos para usted. En función de sus necesidades, puede elegir el más adecuado.